Una de las molestas molestias de ser vegano es el azúcar de caña blanca, un ingrediente que se conserva en la mayoría de las cocinas y que aparece en la mayoría de los alimentos procesados. Este azúcar está hecho de la planta de caña de azúcar, que después de la cosecha se mastica y la pulpa se exprime en lo que es esencialmente un exprimidor gigante. El jugo marrón resultante se puede reducir a un jarabe llamado tapa dulce que rivaliza con el jarabe de arce como una de las sustancias más deliciosas del planeta.
El problema es que las sensibilidades de Betty Crocker del siglo XX dictaron que la comida marrón es inferior, y que la harina, el arroz y el azúcar deberían ser blancos como la nieve. Para acomodar este pensamiento anticuado, las refinerías de azúcar someten este delicioso y nutritivo jugo de caña marrón a un procesamiento duro que le roba sus nutrientes y sabores delicados. Un paso de este procesamiento es particularmente objetable para los veganos: los cristales de azúcar se despojan de su color y nutrientes al ser empujados a través de un filtro masivo hecho de carbón de huesos (huesos de animales quemados)
No hay duda de que Las refinerías de azúcar gigantes podrían cambiar fácilmente los componentes del filtro a materiales veganos. Pero los veganos y las personas preocupadas por este tipo de cosas aún no han alcanzado los números necesarios para convencer a las compañías azucareras de hacer el cambio. Si bien es probable que este cambio suceda en el futuro previsible, no es un consuelo para los veganos de hoy.
Dicho esto, vale la pena poner este contexto ciertamente molesto en contexto. Si bien es cierto que la mayoría del azúcar de caña blanca hace contacto con los huesos de los animales, ninguno de estos huesos de hueso termina con el producto terminado. Y gran parte de lo que comen los veganos es, por supuesto, los cultivos que fueron fertilizados con sustancias no veganas que van desde el estiércol de cerdo hasta la harina de sangre de pollo y la emulsión de pescado, sin embargo, el fertilizante de origen animal generalmente obtiene un pase gratuito de la Policía Vegana [19459004 ] ya que ni siquiera ellos pueden evitarlo de manera confiable. Por el contrario, la policía vegana tiende a perder la cabeza por el azúcar blanco.
Afortunadamente, por muy desagradables y desagradables que sean los productos de desecho animal, es difícil hacer un caso razonable de que el fertilizante, por no mencionar el carbón óseo (que se lava y reutiliza repetidamente) contribuye significativamente a Resultado final de la industria cárnica. Todas estas cosas pueden y serán eliminadas automáticamente a medida que nos acerquemos a un mundo vegano, pero la realidad es que hacer de estas cosas el foco de nuestra atención no es un camino sensato para desmantelar la industria cárnica. Es imposible argumentar que abstenerse del azúcar blanco tiene algún impacto en los más de 50 mil millones de animales que se matan por comida cada año.
Si el azúcar refinada con carbón de huesos es un gran asco para usted, entonces la única forma de evitarlo es no cocinar con azúcar de caña blanca (a menos que esté específicamente etiquetado como vegano) y evitar los alimentos procesados que figuran «Azúcar» en la etiqueta sin detalles adicionales.
Evitar el azúcar de caña genérico en tu cocina es fácil, ya que hay todo tipo de excelentes alternativas. Incluso puedes comprar azúcar de mesa blanca normal siempre que esté etiquetada como vegana o que provenga de la remolacha azucarera. El jugo de remolacha azucarera es mucho más fácil de refinar que el jugo de caña y no se filtra a través del carbón de huesos.
Pero mejor aún, puede evitar el azúcar blanco por completo y comprar un producto que sea menos refinado. El azúcar turbinado es marrón claro porque no se ha extraído su componente de melaza. Y Sucanat (una contracción registrada de «Sugar Cane Natural») es aún menos refinada y, además, está hecha de caña cultivada orgánicamente. Vale la pena insertar en esta coyuntura que la caña de azúcar generalmente se cultiva en algunos de los campos monocultivos empapados de pesticidas más desagradables de cualquier producto alimenticio. Después de la cosecha, estos campos se queman hasta el suelo, condenando a las criaturas que han hecho de estos campos su hogar. Esta es una razón más por la cual los veganos pueden elegir productos de caña orgánicos de los productores que presumiblemente se comportan de manera más ética y sostenible.
Dado que turbinado y Sucanat son parduzcos y veganos, se puede suponer que el azúcar morena también se procesa sin hueso. No hay tanta suerte. Resulta que la mayoría del azúcar moreno comienza como azúcar de caña blanca refinada regular, que luego se carameliza parcialmente, y se le agrega un poco de melaza.
Hay muchos otros edulcorantes que pueden reemplazar el azúcar para muchos usos. El jarabe de arroz integral es de sabor suave y excelente edulcorante. El jarabe de arce imparte su delicioso sabor a todo lo que toca. Si bien el néctar de agave es popular y las marcas orgánicas están ampliamente disponibles, no recomendamos las cosas ya que está cargado de fructosa que elevará su nivel de azúcar en la sangre.
Dado que proviene de las abejas, la miel obviamente está fuera de la mesa para los veganos. Pero hay productos veganos de miel en el mercado que reciben excelentes críticas.
Los dulces sueños están hechos de esto
Cuando te vuelves vegano hay una serie de cosas importantes que debes saber y una larga lista de detalles molestos y relativamente poco importantes para tener en cuenta. Preocuparse por sus fuentes de azúcar seguramente está al final de esta lista, especialmente porque encontrará que, a medida que continúa limpiando y mejorando su dieta, su consumo de azúcares refinados disminuye rápida y automáticamente.
Su cuerpo ciertamente necesita que se incluyan azúcares en su dieta, pero a medida que pasa el tiempo es probable que la fruta proporcione naturalmente una porción cada vez mayor de su azúcar en la dieta. Y esto no es para sugerir que, como vegano, entrarás en un reino sin alegría de postres mediocres. Ya es fácil encontrar o preparar excelentes postres que contienen azúcares producidos éticamente de alta calidad. Ciertamente, se requiere un esfuerzo adicional para garantizar que su comida esté hecha de buenos ingredientes, pero en lo que respecta a los edulcorantes, tenga la seguridad de que nunca tendrá que sacrificar ni una pizca de sabor si elige evitar el azúcar de caña blanco o marrón producido convencionalmente.